Cuando las réflex eran sólo cámaras de fotos. Cómo mucho tenían cuatro o cinco modos personalizables (uno de ellos el de pasar a blanco y negro, para mirar sólo las formas y no distraernos con los colores). Cuando reducíamos el mundo al triángulo de exposición y no a millones de filtros y alteraciones variadas.
Y cuesta tanto desprenderse de esa seguridad, aunque no tenga los "millones" de megapíxeles que nos "venden" hoy en día. Pero ¿a qué tamaño vamos a ampliar las imágenes? ¿De verdad necesitamos esas resoluciones tan altas? ¿O podemos seguir disfrutando de nuestras viejas joyas?
¡Totalmente! Y no es que sea malo que haya avanzado tanto, es simplemente que a veces distraen esas nuevas funciones y nos perdemos de disfrutar una experiencia más sencilla.
Hace unos meses me hice con una Canon 30d que, según los expertos en todo, era una versión más asequible que la 5D con la cual comparte muchas características y todo lo que dices se aplica a ésta también. Ha sido como una bocanada de luz fresca después de mucho tiempo sin disfrutar como la primera vez que cogí aquella otra cámara que mi padre me regaló (ahora sé que con mucho sacrificio), la Nikon D70.
Nunca he probado la Canon 30D, pero por sus características suena a una experiencia similar. Ese tipo de cámaras se vuelven especiales cuando buscas una experiencia sencilla.
Por cierto, ¡me alegra mucho que sea tan especial el regalo de tu padre!
Muchas gracias y gracias por compartir esos pedazos de tu vida con nosotros, los otros que, al fin y al cabo, somos los mismos. Muy refrescante tus notas. Acabo de llegar a esto de “StartIsBack” (que es como mi dislexia lo llama) y me bullen las ganas después de mucho tiempo anestesiado. Seguiré al tanto y disculpas de antemano por no comentar muy a menudo. Hoy no es el caso…
Te entiendo tanto.
Cuando las réflex eran sólo cámaras de fotos. Cómo mucho tenían cuatro o cinco modos personalizables (uno de ellos el de pasar a blanco y negro, para mirar sólo las formas y no distraernos con los colores). Cuando reducíamos el mundo al triángulo de exposición y no a millones de filtros y alteraciones variadas.
Y cuesta tanto desprenderse de esa seguridad, aunque no tenga los "millones" de megapíxeles que nos "venden" hoy en día. Pero ¿a qué tamaño vamos a ampliar las imágenes? ¿De verdad necesitamos esas resoluciones tan altas? ¿O podemos seguir disfrutando de nuestras viejas joyas?
¡Totalmente! Y no es que sea malo que haya avanzado tanto, es simplemente que a veces distraen esas nuevas funciones y nos perdemos de disfrutar una experiencia más sencilla.
Hace unos meses me hice con una Canon 30d que, según los expertos en todo, era una versión más asequible que la 5D con la cual comparte muchas características y todo lo que dices se aplica a ésta también. Ha sido como una bocanada de luz fresca después de mucho tiempo sin disfrutar como la primera vez que cogí aquella otra cámara que mi padre me regaló (ahora sé que con mucho sacrificio), la Nikon D70.
Nunca he probado la Canon 30D, pero por sus características suena a una experiencia similar. Ese tipo de cámaras se vuelven especiales cuando buscas una experiencia sencilla.
Por cierto, ¡me alegra mucho que sea tan especial el regalo de tu padre!
Muchas gracias y gracias por compartir esos pedazos de tu vida con nosotros, los otros que, al fin y al cabo, somos los mismos. Muy refrescante tus notas. Acabo de llegar a esto de “StartIsBack” (que es como mi dislexia lo llama) y me bullen las ganas después de mucho tiempo anestesiado. Seguiré al tanto y disculpas de antemano por no comentar muy a menudo. Hoy no es el caso…
Muchas gracias por pasar por aquí y comentar :)