Desde la primera vez que vi su trabajo “Los americanos” Robert Frank cautivó mi atención. Su trabajo documental, su lenguaje fotográfico y la elección de los temas a tratar hacen que su obra sea una genialidad que merece ser observada una y otra vez.
Hace unos meses en un intercambio fotográfico, alguien llevó algunos libros para vender y en la esquina de la mesa, estaba este libro de Robert Frank. No costó más del equivalente a $20 y valió toda la pena.
Frank captura momentos cotidianos con una mirada reflexiva y provocadora, reflejando las tensiones sociales y políticas que atravesaba Estados Unidos en la dácada de los 60. Frank muestra la realidad de los barrios marginales con una autenticidad cruda, cuestionando las convenciones y desmontando las imágenes idealizadas de la riqueza y el progreso que se transmitían a través del discurso público, mostrando cómo diferentes grupos sociales interactúan en un país dividido entre ideologías, clases sociales y culturas.
Se percibe el sarcasmo de Frank en sus imágenes que muestran la diferencia entre los lugares más opulentos y los más pobres de Estados Unidos, evidenciando las desigualdades existentes y el impacto del progreso económico sobre las comunidades marginadas.